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QUIENES SOMOS

Me llamo Amaia Escudero. Soy diplomada en Magisterio, especialidad Educación infantil en la Universidad de Lejona, titulada en EGA y nivel B2 en Inglés, auxiliar de geriatría, también he hecho cursos de primeros auxilios, animación en la calle, clown, he sido actriz en un grupo de teatro, y cantado en diferentes coros, siendo contralto, y si en algún momento tengo tiempo libre, volveré a ello.


Tras varios años de trabajo en la guardería, sentí la necesidad de ofrecer algo distinto a los niños y a sus padres, algo más acorde con mi filosofía, algo que aportara un poco más de magia.


Una de las primeras ideas que me vinieron a la mente, fue un pequeño espacio grande. Sí, sí, habéis leído bien, eso es lo que quería. Pequeño, porque para cumplir mi sueño tenía que centrarme en un grupo reducido, que nos permitiera conocernos y estar como en familia, pero a la vez grande, muy grande, porque nos tenía que dar la posibilidad a todo el grupo de desarrollarnos, conocernos y crecer cómodamente, dedicando tiempo de calidad al desarrollo físico y cognitivo de mis pequeños compañeros. Y sobre todo, al desarrollo social y emocional. Todo esto lo podemos lograr a través del JUEGO y el CARIÑO como MOTOR de APRENDIZAJE.


Otra de las ideas primigenias era, que mi sueño tomaría forma en un ambiente EUSKALDUN.


Parto de la base de que para un correcto desarrollo de l@s crí@s, la relación familia - guardería y viceversa, es esencial. Ser un grupo reducido da cabida a encontrar ese tiempo tan necesario en este campo imprescindible en la evolución positiva de l@s niñ@s.


Otro reto para mi fue encontrar a la gente que necesitaba para trabajar en mi sueño. Tuve suerte. Entre varias alumnas que hicieron las prácticas de Técnico en Educación Infantil en la Guardería Potxolo, encontré a personas afines a mi visión de este mundo tan especial y que también eran responsables y trabajadoras. Así que una vez que obtuvieron el título pasaron a formar parte de la familia Potxolo. Hablo en femenino, porque hasta este día, no he tenido ocasión de trabajar con ningún chico en la guardería.


A día de hoy, puedo decirlo, estoy contenta. Siento que mi planteamiento fue acertado. Los niñ@s se sienten segur@s y cómod@s, con ganas de interactuar, de relacionarse entre ell@s, de aprender y madurar.


Y de nosotras, qué os voy a decir, ¡ el trabajo es mucho mejor con niñ@s felices ¡